La terminación de una relación de pareja puede resultar en diversas situaciones personales y económicas para cada miembro de la familia. En este contexto, nos centraremos en la situación que se presenta cuando el divorcio o la separación ocasionan un desequilibrio económico para uno de los cónyuges, quien considera solicitar una pensión compensatoria a su ex pareja. Esta ayuda tiene como objetivo armonizar sus situaciones económicas y no debe confundirse con la pensión de alimentos para los hijos o la indemnización según el artículo 1438 del Código Civil.

El artículo 97 del Código Civil define de manera precisa lo que constituye la Pensión Compensatoria. Establece que "el cónyuge que experimente un desequilibrio económico como resultado de la separación o el divorcio, en comparación con la posición del otro cónyuge, que implique un empeoramiento en su situación anterior al matrimonio, tendrá derecho a una compensación que puede consistir en una pensión temporal o indefinida, o en un pago único, según se establezca en el convenio regulador o en la sentencia".

En este artículo abordaremos en detalle qué es realmente la pensión compensatoria y en qué situaciones se puede acceder a ella.

Características de las pensiones compensatorias en España: Como mencionamos anteriormente, la pensión compensatoria es una compensación que uno de los ex cónyuges recibe por parte del otro cuando la ruptura ha ocasionado un desequilibrio económico en comparación con su situación anterior al divorcio o separación. En España, esta pensión puede acordarse de mutuo acuerdo y ser incluida en el convenio regulador. En caso de un divorcio o separación contenciosa, la parte interesada debe solicitarla al Tribunal al inicio del proceso judicial y no en un momento posterior.

A lo largo de los años, los tribunales han ido estableciendo criterios para determinar en qué situaciones procede o no el derecho a la pensión compensatoria, así como la cantidad proporcional y la duración del pago. El propósito de esta pensión no es compensar los patrimonios de ambas partes en el momento de la disolución del vínculo matrimonial, sino resarcir a la parte perjudicada por la ruptura.

Algunas de las circunstancias más comunes que los tribunales en España consideran son las siguientes:

• La dedicación a la familia y si esta se ha compatibilizado con el trabajo.

• La situación previa al matrimonio, especialmente si la carrera profesional se vio afectada por las circunstancias del matrimonio.

• La colaboración en la actividad profesional del otro cónyuge.

• El régimen económico matrimonial, ya sea sociedad de gananciales o separación de bienes.

Recuerda que la información proporcionada en este artículo es solo orientativa y no constituye asesoramiento legal. Si necesitas asistencia legal, es fundamental consultar a un abogado especializado en derecho de familia.

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